miércoles, 16 de julio de 2003

MARIA Y LA CARIDAD

Hemos recibido con gran satisfacción, la oportunidad que la Hermandad de la Virgen del Carmen nos ha brindado al equipo de Cáritas, para participar en este primer boletín informativo que edita. Satisfacción porque todo lo que suponga acercamiento a la comunidad es enormemente positivo, gratitud porque nos permite reconocerles su generosa aportación con nuestro equipo, que en definitiva y fundamentalmente, es ayudar a los más necesitados y la Hermandad lo viene haciendo año tras año y la alegría de comprobar que se trabaja con ilusión, a pesar de las dificultades que inevitablemente todos nos encontramos en el camino, pero que al fin no son más que alicientes para seguir adelante.

Cáritas se siente especialmente vinculada con la Virgen del Carmen, no sólo porque muchos de sus miembros somos hermanos, sino porque trabajamos al amparo de la Señora. Ella como Madre, está siempre cerca de los más débiles y desprotegidos, de los ancianos y de todos los que sufren. Los que nos acercamos día a día a la realidad más desagradable, podemos perder en algunas ocasiones las fuerzas y es fácil que nos invada el desánimo. La impotencia de no poder resolver toda la problemática que a veces nos invade, nos hace sentir pequeños, pero lo que nunca hemos perdido es la esperanza, por eso nos ponemos en sus Manos y confiando en Ella, seguimos adelante seguros que nunca nos fallará.

Queremos aprovechar esta ventana que se nos abre, para tratar de sensibilizar a todos cuantos nos lean, sobre una nueva realidad que cada vez vivimos más de cerca. La llegada de tantos inmigrantes a nuestras tierras, exige no sólo de Cáritas, sino de toda la comunidad cristiana, un esfuerzo mayor y solidario para saber dar acogida a nuestros hermanos de otras latitudes. Nuestra actitud no puede caer nunca en la xenofobia y la discriminación. Ser cristiano es sentirse ante todo hermano e hijos de un mismo Padre. Es todo un reto, porque no siempre es fácil. Pero ante un mundo que se nos presenta tantas veces injusto e insolidario, tenemos que saber luchar por una mayor justicia social.

Queridos hermanos, sabéis que contáis con nuestro apoyo y colaboración y os deseamos de todo corazón que podáis seguir trabajando con el mismo entusiasmo para ensalzar a la “Virgen de la Huerta”. ¡Viva la Virgen del Carmen!.

Cáritas Parroquial